Hace tiempo leí un libro que me gustó. El delfín, historia de un soñador. Es de Sergio Bambarén, ciudadano australiano nacido en Perú y educado en EEUU. El libro habla de la valentía de ser uno mismo, de luchar por conseguir nuestro sueño, aunque nos enfrentemos a las críticas de los demás y al miedo de sentirnos diferentes. Todo en una bonita parábola de un delfín que quiere ser surfista.
Hace aún más tiempo vi una película que también me gustó. The big blue (El gran azul). El protagonista, un practicante del buceo en apnea, tiene un deseo muy grande: ser pez. Y lo anhela tanto que al final lo consigue. Paga un precio muy caro (su vida) pero acaba muriendo como él quería: siendo un pez. Así que acaba cumpliendo su sueño.
Ambos (libro y película) me resultan un tanto inquientantes, pues dejan encima de la mesa ese mensaje. Parece que esto sea lo más importante de nuestras vidas: perseguir nuestro sueño. Lo que me inquieta es que eso supone un paso previo, que es tener un sueño. Y no es fácil conocer o tener claro cuál es el sueño, el gran sueño de uno, en esta vida.
La semana pasada leí el artículo "Tras los pasos de Jimmy Choo" en La Vanguardia. El artículo habla de Mireia Llusià, una emprendedora nacida en Barcelona que estudió en Esade y en Suiza, trabajó en una consultora estratégica en Madrid y Londres y se lanzó en su proyecto Milli Millu (la marca de sus bolsos, posicionada en el segmento alto del mercado), tras pasar por Harvard. "Allí te bombardean con un mensaje -decía Mireia refiriéndose a Harvard-: persigue tu sueño".
Ha pagado una fortuna por estudiar en una de las Escuelas de Negocios más prestigiosos del mundo y acabar recibiendo la lección probablemente más sencilla (pero más importante) de su vida: persigue tu sueño. Y esta frase realmente me persigue a mí. Pero ya no me inquieta. Ya no más. Gracias a una persona muy especial para mí, he podido descubrir cuál es mi sueño y darme cuenta de que ya hace tiempo que estoy tomando decisiones, algunas sin ser muy consciente, que persiguen ese sueño. Quiero ser una abuelita Carmen. Quiero llegar a la edad de Carmen (una de las vecinas de mi edificio) y sentirme con ánimo de seguir trabajando en algo que me gusta a la vez que hago de canguro de mis nietos. Quiero que mis nietos me adoren como le adoran los suyos a ella. Quiero ser alguien importante para mis hijos y para mis nietos. Y quiero pasear con el abuelito por la playa todas las tardes, hasta que ya no nos aguanten las piernas. No sueño con emprender un gran negocio ni realizar una gran hazaña. Pero tengo un sueño. Y éste es mi sueño. ¿Y tú? ¿Cuál es tu sueño?
Dedicado a L.D.
miércoles, 3 de agosto de 2011
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Hola Meri,
ResponderEliminarVeo que tenemos sueños similares....
Me voy a sincerar un poco aunque por Internet...
Mi sueño es llegar a abuelita con Albert y cuando estemos con nuestros nietos,poderles explicar con satisfacción que no sé si me equivoqué o no en mis decisiones... pero siempre hice lo que sentí debía hacer.
Mi sueño laboral, ya sabes cual es:llevar una clase de alumnos y conseguir que todos quieran escucharme!!!!!Que dificil verdad????
Mi sueño es tener a mis padres hasta los 80 y tantos.
Ver a mis hijas y a Albert muy felices....
Mi sueño es que podamos contarnos si se han cumplido....
Un abrazo
Cristina