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miércoles, 3 de septiembre de 2025

Askepot en Tívoli: la joya que no buscaba

Llegamos a los Jardines de Tívoli, en Copenhague, el 24 de agosto. Nada más entrar, antes de recorrer la zona de las atracciones antiguas, nos detuvimos frente al teatro al aire libre. Faltaban quince minutos para las tres, hora de una función cuyo contenido desconocíamos.

Nos sentamos en un banco para descansar y decidimos esperar a ver qué era. Pronto descubrimos que se trataba de una representación de Cenicienta, contada a través del ballet. Al principio no lo supimos: sobre el escenario, bailarines saltaban y giraban con ligereza, con unas letras a su espalda que, al colocarse al final de la escena, formaron la palabra “Askepot” (Cenicienta, en danés).


La función fue una delicia. Dulzura y delicadeza envolvían cada gesto, cada movimiento. La música sonaba actual, los vestidos eran preciosos y el escenario estaba cuidado al detalle. La obra combinaba momentos emotivos con toques de humor, transmitidos tanto por los personajes como por la forma creativa de representar cada escena. En el público, las sonrisas y los aplausos eran unánimes. A mis espaldas, un conmovido turista italiano repetía un sentido “bellísimo, bellísimo” que resumía perfectamente la experiencia.

 Fotos: Michelle Borg (https://www.tivoli.dk/en/programme/events/cinderella)

Fotos: Annett Ahrends (https//www.tivoli.dk/en/programme/events/cinderella)

Más tarde supe que lo que vimos había tenido un "toque real". Y es que la escenografía y el vestuario habían sido diseñados por la mismísima reina Margarita de Dinamarca, apasionada del teatro y el ballet desde niña, con una larga trayectoria colaborando en producciones tanto amateurs como profesionales. Su implicación en los espectáculos del Teatro de Pantomima de Tívoli ha dado vida a varios clásicos de Hans Christian Andersen y también a "El cascanueces" de Tchaikovsky, siempre con un sello creativo muy personal.

En esta ocasión, la puesta en escena se completó con la imaginativa coreografía del reconocido coreógrafo ruso Yuri Possokhov (ex bailarín principal del Ballet de San Francisco, el Ballet Real Danés y el Ballet Bolshoi) y los arreglos musicales de la cantautora y productora discográfica danesa Nanna Øland Fabricius, más conocida por su nombre artístico Oh Land. El resultado: un espectáculo que parecía flotar entre lo clásico y lo contemporáneo, lleno de magia visual y musical.

La obra se representaba desde el 21 de junio, y el 24 de agosto, justo el día que nosotros asistimos, era la última función. Ir al Tívoli en cualquiera de los otros días de nuestra estancia habría significado perdérnoslo. Además, el acceso estaba incluido con la entrada general, una de las atracciones de la Copenhaguen Card. Todo ello me hizo valorar que tuve una suerte tremenda de poder contemplar una auténtica perla, de lo mejor que me llevo de mi estancia en Copenhague.

Foto: Annett Ahrends (https://www.tivoli.dk/en/programme/events/cinderella)

Grabé un breve fragmento para poder conservar un recuerdo al que volver de vez en cuando. Es la escena en la que el príncipe y Cenicienta se conocen en el baile y empiezan a bailar juntos, justo antes de que el reloj marque la medianoche. El resto del tiempo decidí olvidarme del móvil y dedicarle a aquel momento mi plena atención, para vivirlo con toda su intensidad, inmersa con todos mis sentidos en la atmósfera de aquel espectáculo. Pero así guardo un pedacito de Askepot para compartirlo con quien quiera disfrutarlo. 

Vídeo: Relatos de Meri (losrelatosdemeri.blogspot.com)

A veces, lo más bonito que te llevas de un viaje no está en lo que has planificado. Simplemente te sorprende de forma inesperada. No lo buscas, lo encuentras. Y ésta, sin duda, fue una de las joyas más hermosas que me llevé de la ciudad de las bicicletas, los palacios reales y La Sirenita.

viernes, 30 de abril de 2021

El Templo de Kiyomizu-dera en Japón (Kioto)

En Japón hay una conocida expresión para referirse al vértigo que supone tomar una decisión crucial en tu vida. 

Ante la importancia de cambiar de trabajo o la valentía que requiere declarar tu amor, uno dice ...


Me siento como si estuviera saltando de la plataforma de Kiyomizu 
I feel like jumpimg off the stage of Kiyomizu

Se dice en sentido metafórico pero en realidad llegó a ser, durante muchos años, algo que la gente hacía de verdad. 

Kiyomizu-dera (templo del agua pura) es uno de los templos más bonitos de Kioto. Situado en el distrito de Higashima, está declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, por la arquitectura de un edificio de relevancia histórica que ha sobrevivido a incendios y terremotos. 

En la parte más alta hay una plataforma de madera, una especie de terraza cubierta, que resulta ser un mirador con preciosas vistas a la ciudad y al entorno de montaña que la rodea. Un paisaje de tonalidades cambiantes durante la floración de los cerezos en primavera, por ejemplo (sakura) o ante el enrojecimiento de las hojas en otoño (momiji).



La plataforma es de madera y mide casi 60 metros de altura. En el pasado se celebraban aquí ceremonias religiosas, con música y danzas. La frase popular que la relaciona con la antigua práctica de saltar al vacío le ha dado la fama.


La plataforma se sustenta sobre pilares de madera ensamblados. No hay ni un solo clavo o tornillo en toda la estructura. 


La mayoría de las personas que saltaban lograban sobrevivir porque los árboles amortiguaban sus caídas. La práctica de saltar al vacío se prohibió a finales del siglo XIX y ahora queda para la historia.

Otros elementos de interés en Kiyomizu-dera
Kiyomizu-dera en realidad es todo un recinto que aglutina varios espacios religiosos de interés.

La Puerta de los Reyes Deva, Puerta Roja o Nio-mon
Llama la atención su color rojo intenso y los dos reyes Deva que, junto a dos leones-perros, protegen el templo de las fuerzas del mal.


La pagoda Koyasu 
La pagoda es una torre constituida por pisos que se superponen y se separan mediante cornisas o tejados. Ésta concretamente tiene tres pisos. Es un edificio típico del budismo y se destina al culto, en este caso muy vinculado a la maternidad, para desear especialmente que vaya todo bien en el parto.


El santuario Jishu
Está dedicado al dios del amor y las parejas vienen aquí para bendecir su unión y realizan su plegaria para que todo les vaya muy bien en su matrimonio. Las personas que no tienen pareja también hacen su petición ante el dios del amor, para encontrarla. Todo ello en un pequeño ritual digno de contemplar.


La cascada Otowa-no-taki
Desde la plataforma también se puede ver la cascada que da nombre al templo (Kiyomizu significa ‘agua pura’). Hay tres pequeños canales de agua curativa que provienen de las montañas cercanas. Quienes visitan el templo hacen cola para beber de ellos, puesto que cada uno concede un deseo: salud o vida longeva, éxito en los estudios o éxito en el amor.


Sólo puede escogerse uno de ellos, según la tradición, que nos recuerda que en la vida no hay que dejarse llevar por la avaricia.

jueves, 11 de junio de 2020

Qué ver y hacer en São Miguel (Islas Azores)

Una de las experiencias emocionalmente más intensas de mi vida la he vivido en las Islas Azores, cuando me sumergí en el Océano Atlántico para nadar junto a una manada de más de 20 delfines salvajes en mar abierto. Observarles y ver lo curiosos que son y cómo se comportan ahí abajo, en el profundo océano azul, en su medio natural, fue algo espectacular. Los treinta minutos del trayecto de vuelta en lancha me los pasé conteniendo el llanto como pude, completamente desbordada de la emoción que sentí. Pero ése no fue el único recuerdo inolvidable que me llevé de allí.

Las Islas Azores son un paraíso. El secreto mejor guardado del Atlántico es un archipiélago de nueve islas que configuran un singular jardín de colores: São Jorge, Terceira, Santa María, Graciosa, Flores, Corvo ... Bien por el color de las flores que predominan en ellas, su vegetación o su terreno y rocas, cada una se identifica con un color diferente. São Miguel -la principal- es la isla verde.



Azores es naturaleza pura, bellos paisajes, senderismo y aventura en un destino totalmente sostenible, que cuida mucho sus recursos naturales y la no masificación turística. Todas las actividades se organizan en un contexto de pleno respeto a la flora y fauna, buscando siempre el equilibrio entre experiencias sublimes y la preservación de los recursos naturales.

Y aparte de nadar con los delfines, ¿qué más se puede hacer en São Miguel?

Descubrir la costa sur de la isla en lancha, observando delfines y ballenas en su hábitat natural.


Navegar hasta el islote de Vila Franca do Campo, el cráter de un antiguo volcán sumergido y clasificado como Reserva Natural desde 1983. Está en una zona a la que sólo se puede acceder por mar. Sus paredes están revestidas de vegetación endémica y en su interior hay una piscina natural que se comunica con el mar a través de un estrecho pasaje.


Pasearse por Terra Nostra Park, en el Valle de Furnas, considerado uno de los mejores ejemplos de jardines románticos del siglo XVIII, con su colorida variedad de flores exóticas, pequeñas cascadas, lagos y árboles centenarios que le otorgan, a este lugar, un gran valor botánico.




En los jardines hay piscinas termales en las que también podemos darnos un baño. La piscina principal es de agua muy cálida y tiene un color que al verlo tira un poco para atrás pero ese tono entre marrón claro y amarillo es por la gran cantidad de hierro que contiene el agua.


Alrededor de ella hay otras pequeñas pozas termales que ya no tienen este aspecto barroso y en las que se puede ir alternando el baño. Por cierto, para esta ocasión recomiendo usar un bañador sencillo o viejo, porque después se queda muy estropeado (aquí ya tuve que retirar mi precioso -y caro- bikini Triangl).

Más actividades: visitar la Laguna de Furnas, donde se puede contemplar la intensa actividad volcánica de la isla a través de sus calderas, y ver cómo se prepara el famoso “Cozido das Furnas”, uno de los platos más emblemáticos de la isla, gracias al calor natural que emana la actividad volcánica de la zona. ¡Está delicioso!


Degustar relajadamente un té mientras se contempla el paisaje de la isla, en la única plantación de té que hay en Europa.


O visitar las plantaciones de piñas, que también están riquísimas.


Deslumbrarse con uno de los escenarios más bonitos de la isla, Lagoa do Fogo, con unas maravillosas vistas. Un gran lago azul de unos 2 km de largo por 1 de ancho que ocupa el suelo del cráter de un volcán extinguido, cuya caldera se formó de manera definitiva tras la última erupción de 1563.


Darse un fantástico baño en las aguas calientes de Caldeira Velha, un conjunto de pozas termales reconocidas como Monumento Regional de las Islas Azores, que cuenta con una vegetación muy exótica y variada.




Hacer barranquismo en el Parque Natural de Ribeira dos Caldeirões, caminando dentro del agua, rodeados de vegetación, saltando a piscinas naturales de aguas cristalinas, que se encuentran entre las rocas formadas por el flujo de la corriente, y desafiando las cascadas -el salto de agua más alto es desde más de 7 metros-. Adrenalina y diversión en un auténtico parque acuático creado por la naturaleza.


Observar desde el mirador Vista do Rei la Laguna das Sete Cidades, la más conocida del archipiélago. Una maravilla de la naturaleza de origen volcánico, con sus diferentes colores de fondo.



Pasear por Ponta Delgada, la capital de São Miguel, y cruzar lo que es todo un símbolo de la ciudad, las Portas da Cidade, lo que nos garantiza según la leyenda que volveremos a la isla. Y es que cuando a uno le proponen irse a las Azores tal vez pueda pensar "¿Azores? Hay mil sitios a los que preferiría ir antes de Azores". Pero la verdad es que cuando uno las visita (normalmente suele empezar por São Miguel, que es la más grande), sólo piensa en volver algún día para conocer las demás.


Nada más aterrizar en la isla uno ya se queda prendado de la arquitectura tan característica, con edificios en blanco y negro, cierto aire decadente, gris ... Aquí la iglesia de San Pedro, ¡preciosa!


Y una última propuesta: sentarse a cenar en cualquier restaurante, acompañando la cena con con un vino blanco ligero, afrutado y fresco de Pico. Los viñedos de la isla de Pico son muy peculiares. Están ubicados sobre suelo volcánico -rico en nutrientes- y a pocos metros sobre el nivel del mar, así que la brisa marina llega a ellos de forma continua. Gozan de un micro-clima seco y cálido, por los muretes de piedra oscura que protegen las laderas del viento y que se calientan con el sol. Todo ello hace que tengan muy buenas condiciones de maduración y eso, unido a las prácticas de cultivo ancestrales, hacen del vino de Pico un vino excepcional. Todo este paisaje de cultivo de la isla fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004.
No puedo acabar este recorrido por todas las cosas que se pueden ver y hacer en la isla sin mencionar de la mano de quién visitamos esta isla: desde Barcelona, asesorados por la agencia de Viajes Temps d'Oci. Unos chicos que saben escucharte, entenderte y ofrecerte experiencias de viaje personalizadas a la medida de tus preferencias y necesidades. Con ellos ya nos hemos ido también a Japón y Marruecos. Unos cracks. Y también Picos de Aventura, la empresa de experiencias turísticas en la isla con la que contratamos todas las excursiones. Muy majos y profesionales.

martes, 4 de febrero de 2020

La Librería Lello

Dicen que la Livraria Lello & Irmão es una de las más bonitas del mundo así que es visita obligada si uno viaja a Oporto, esta preciosa ciudad portuguesa situada en la ribera del Duero.

Antes de entrar, vale la pena detenerse a observar la colorida fachada, de estilo neogótico de principios del siglo XX, y la ventana, con las dos figuras que la rodean. Son unas pinturas del Profesor José Bielman que simbolizan el Arte (una de ellas), sosteniendo una escultura, y la Ciencia (la otra), que exhibe uno de los símbolos de la antropología.


Una vez dentro, impresionan las altas paredes que le rodean a uno, repletas de libros clasificados por tipo de literatura.


Y enseguida se le va a uno la vista hacia la bonita escalera de color carmín que hay en el centro, en forma de ocho, que te sube a la segunda planta. Su apariencia de ligereza encubre la audacia de su concepción. "Sientes el deseo de subirla y de que al hacerlo nuestro peso la derribe", como explica el folleto que te dan en la entrada. El techo de la planta baja engaña a quien lo aprecia. Parece que estemos viendo madera tallada pero en realidad es yeso pintado, técnica también empleada para los ornamentos de esta escalera, muy conocida porque ha aparecido (o se ha recreado) en las películas de Harry Potter.


La escritora J.K. Rowling trabajó como profesora de inglés en la Universidad de Oporto, que se encuentra delante de la librería. Dicen que venía a menudo, que le encantaba y la usó de inspiración para su novela. Hay una pequeña sala al fondo de la librería ambientada en el universo Harry Potter, donde están todos los libros de la saga.


En la segunda planta, además de los libros, podemos entretenernos a contemplar los detalles arquitectónicos, como la barandilla en talla de madera o los apuntes Art Déco en las paredes y columnas que se erigen desde el piso inferior. Cuando nos acercamos a las ventanas apreciamos una vista privilegiada de la cercana Torre de los Clérigos, otro de los atractivos turísticos de la ciudad. Se trata de la torre más alta de Portugal, de estilo barroco y construida en el "cerro de los ahorcados", donde se realizaban los ajusticiamientos. Es el mejor mirador de Oporto, con unas bonitas vistas panorámicas al centro de la ciudad.


También podemos detener la mirada sobre el bonito vitral del techo, una estructura de 8 x 3,5 metros que lleva una inscripción en latín, Decus in Labore, que creo que podría traducirse algo así como "orgullo por el trabajo" o "dignidad en la profesión". La insignia consagrada en el monograma de los hermanos Lello recuerda la regla de oro que se aplica a todo aquel que entra en esta librería, ya sea un colaborador, cliente, lector o simplemente un curioso.


La entrada cuesta cinco euros y te dan un ticket que puedes usar a modo de descuento, por ese mismo importe, si compras un libro. Vale la pena guardársela de recuerdo, siempre estampan frases de diferentes autores. A mí me tocó una de un psicólogo social francés, autor de muchos libros, que dice así: "Un libro siempre tiene dos autores: el que lo escribe y el que lo lee".


El 80% de los visitantes de esta librería son turistas, y los dos tipos libros que más se suelen comprar aquí son guías sobre la cultura portuguesa o bien libros de autores portugueses traducidos a otros idiomas.

La librería se fundó en 1869 y se encuentra ubicada en la Rua das Carmelitas 144. El horario de apertura es de 10:00h a 19:30h y las entradas de acceso se adquieren en una sala que se encuentra a escasos metros de la librería.

lunes, 26 de agosto de 2019

Consejos para visitar Tulum (Riviera Maya)

Si viajas a la Riviera Maya y tienes pensado visitar Tulum, aquí te dejo mi opinión personal tras haber estado en esta preciosa zona del Caribe en  2019, por si te sirve de ayuda en la preparación de tu viaje.




Chichén Itzá, Cobá y Tulum, ¿visitarlos todos juntos o en días separados?
Si viajas a la Riviera Maya seguro que será uno de tus destinos culturales, junto a Chichén Itzá y Cobá. Personalmente recomiendo verlos en días separados porque, aunque las visitas no duran muchas horas -en una hora y media puedes visitarlos bien, más o menos, depende del sitio- así puedes combinar aquel día la actividad cultural con alguna actividad más lúdica y acuática típica de este destino turístico: nadar con el tiburón-ballena, bucear en el segundo arrecife de coral más largo del planeta -entre multitud de peces diferentes, tortugas marinas, rayas y algún tiburón gato- o darte un baño en alguno de los muchísimos cenotes que hay cerca de cada uno de estos recintos, especialmente si viajas durante el mes de agosto, que allí hace un intenso calor, difícil de soportar a medio día por su alto grado de humedad, el cual eleva aún más la sensación térmica.

¿En visita guiada o a tu aire?
Recomiendo visitar Chichén Itzá en excursión guiada, porque es la que está más alejada de la zona de hoteles de Playa del Carmen y porque, ya que es la principal, es un lujo contar con las explicaciones detalladas que te puede dar el guía sobre la que está considerada como una de las siete maravillas del mundo moderno (nosotros tuvimos la suerte de que fue una persona estudiosa de la cultura maya a nivel universitario y disfrutamos mucho con la forma y con el fondo de las explicaciones). Pero Tulum y Cobá se pueden visitar a tu aire, alquilando un coche, ya que todo está muy bien señalizado y no tiene pérdida.

En el caso de Tulum, puedes prepararte la visita con antelación (leyendo sobre lo que vas a visitar) y puedes complementarlo con las explicaciones que hay en el propio recinto (son las que uso aquí, en este post). Al terminar la visita, puedes acercarte a la playa pública (al salir del recinto, hacia la derecha vuelves al parking, y hacia la izquierda vas en dirección a la playa) para darte un baño -si el sargazo te lo permite- o refrescarte tomando algo en el chiringuito de la playa.

¿Dónde comer?
En la misma zona del parking, antes de entrar en la calle comercial que da acceso al recinto arqueológico, además de algunas tiendas de souvenirs hay un restaurante típico mexicano, de ésos en los que poder comer burritos, tacos o quesadillas.




No recuerdo el nombre pero se distingue bien. Te traerán el típico picante mientras esperas la comida (recuerda que cuando ellos dicen que algo es picante, para nosotros debe traducirse como picante multiplicado por cuatro).



Allí comimos muy bien y también nos salió muy bien de precio (cuatro personas alrededor de 32€ en total).

¿Cómo llegar?
No tiene pérdida. Tanto si estás en la zona de Playa del Carmen como si vienes desde más lejos, como Cancún, esto es como una selva en la que han construido a machetazos una carretera en línea recta: zas, zas. Carretera única que te lleva a todos los lugares, en dos sentidos y dos carriles en cada sentido. Y todo muy bien indicado: para Tulum hay dos señalizaciones (recinto arqueológico y el propio municipio). Yendo hacia allí desde estas zonas queda antes el recinto arqueológico. Pero si te pasas de largo no hay problema. A cada ciertos metros siempre hay desvíos, en el carril de la izquierda, para cambiar de sentido en la carretera.

¿Qué debo saber?
Si eres de los que se prepara la visita con antelación, leyendo un poco sobre lo que vas a ir a visitar, aquí puedo mostrarte un poco de resumen a través de las explicaciones que verás en el recinto. No tomé fotos en las que sólo salieran los edificios (en todas salimos posando en familia), así que sólo he adjuntado las fotos de los murales de allí, además de las explicaciones. Sin embargo se pueden consultar las fotos googleando el nombre de los edificios. Y mirando un poco rápido he encontrado un sitio web en el que salen fotografías de todos los edificios del recinto (se puede ver clicando aquí).

A nivel general, pues, aquí te cuento que Tulum fue una de las principales ciudades mayas entre los siglos XIII y XVI y hoy en día es el sitio arqueológico más importante de la Costa Oriental de Quintana Roo.


Sus edificios principales, como El castillo y el Edificio de los Frescos se encuentran muy bien conservados y destacan también por la calidad de las pinturas murales que aún se pueden ver en su interior.


Por encontrarse sobre la elevación más alta de la región y por su eficiente sistema defensivo, era un asentamiento ineludible para cualquier ruta de navegación y para la explotación de los ricos recursos marítimos de la costa. La ciudad también fue conocida como Zama, que significa amanecer, por estar en uno de los lugares donde primero despunta el amanecer en la región.

Fue una comunidad mercantil portuaria privilegiada por su ubicación, que participó activamente como sitio redistributivo de productos locales y foráneos que provenían de lugares lejanos como Centroamérica, las costas del Pacífico, Golfo y el centro de México, por medio de rutas marítimas, fluviales y terrestres.

Su vida cotidiana se relacionó con la política, con rituales mágico-religiosos, con las artes y observaciones astronómicas.

Su muralla permitió controlar las actividades de su interior, además de salvaguardar a sus residentes, marcando la diferencia entre la élite y la gente común que vivía fuera de la muralla.

En Tulum se unen el amanecer, el mediodía y el ocaso. Tierra, mar y cielo. Religión, política y comercio. Mayas y españoles.


Tulum está ubicada en una franja costera con sitios portuarios, algunos amurallados, claves en las rutas mercantiles con sitios de la Península de Yucatán, Centroamérica y el centro de México.
En esta región Tulum dominó un sector independiente, articulándose con otros sitios portuarios como Xala -Xelha- y Pole -Xcaret-, con quienes fortaleció una ruta comercial y religiosa, evidente en las peregrinaciones a los centros ceremoniales de Tulum y Cozumel.
Un aspecto representativo de esta Costa Oriental fue su estilo arquitectónico, que evidencia la presencia e influencia que en un momento tuvieron los itzaés de Chichén Itzá y posteriormente Mayapán.

La muralla: defensa y límite
Tulum está rodeada por una enorme muralla que cumplía una función tanto defensiva como de delimitación de un área sagrada. Su altura es irregular, ya que sigue los contornos del terreno. Tiene la forma de un rectángulo pero sólo con tres lados, pues la parte que da al mar está protegida de manera natural. la muralla sólo tenía cinco accesos: uno a poniente, dos al norte y dos al sur. Desde el interior se puede subir a ella por medio de escalinatas construidas con este propósito.


En otras antiguas ciudades prehispánicas de la Costa Oriental, como Xelhá, Playa del Carmen, Punta Piedra y Xcaret, también existen murallas que tenían funciones similares a la de Tulum.

La Casa del Cenote
Una de las características relevantes de las poblaciones mayas de la Costa Oriental fue la construcción de templos o casas cerca de fuentes de agua como cenotes o chultunes (que es un tipo de cisterna) o altares en el interior de cuevas.
Este edificio es una vivienda que fue construida sobre la roca caliza, luego fue ampliada con una habitación colocada directamente sobre la cueva que forma el cenote. Además se encontraron osamentas, por lo que tal vez también fue usada como cripta.
Los mayas de la Península de Yucatán se enfrentaron a un serio problema con el agua potable, ya que prácticamente no existen ríos o cuerpos de agua en la superficie.

Sistema de control: una muralla para controlar y asegurar la vida social. 
Esta ciudad portuaria cuenta con un sistema de control y defensa compuesto por una muralla con torres de vigía, así como accesos estratégicos en mar y tierra.
Sus antiguos habitantes la construyeron sobre la elevación más alta de la región, con una planificación y traza sorprendente.

Los edificios más importantes están delimitados completamente con una muralla y a ellos se podía acceder sólo por cuatro estrechos accesos en tierra y uno por mar: la caleta.
Del mismo modo, una muralla de menores dimensiones delimita y restringe el acceso al espacio central, lugar donde se desarrollaron rituales mágicos y religiosos.

Las calles
La mayor parte de las construcciones de Tulum están organizadas a lo largo de "calles". A sus costados se agrupan edificios, en especial plataformas residenciales sobre las que había casas hechas de madera y techos de palma que, debido a su fragilidad, no se conservaron.

Templo del Dios del Viento 
Mesoamérica es un espacio geográfico con rasgos y elementos culturales comunes. Comprende el centro y sur de México y Centroamérica. Entre muchas similitudes, en esta área existía un culto al Dios del Viento, aunque con nombres según la lengua que hablaba cada grupo. En maya era llamado Kukulkán.
Los especialistas han identificado que una característica de los templos construidos para el dios del viento era -vistos desde una perspectiva aérea-, la forma circular, como es el caso de Tulum, lo que no es frecuente en la arquitectura maya.

Religión - Vida religiosa y peregrinaje al santuario, expresión cultural asociada con la economía, política y naturaleza

Los dioses mayas estaban presentes en uno o varios elementos de la naturaleza. Algunos se manifestaban en los astros o por medio de fenómenos atmosféricos como la lluvia; otros en plantas, como la ceiba y animales como el jaguar.

Cada época del año y cada actividad cotidiana, como las cosechas, estaban marcadas por un ritual consagrado a una deidad con el propósito de que el trabajo humano se viera recompensado con resultados óptimos.

Tulum fue una ciudad dedicada al planeta Venus, que se asociaba con una deidad dual: lucero de la mañana y estrella del ocaso.

El dios descendente guarda una estrecha relación con Venus, por eso se puede decir que en Tulum se rendía culto al lucero del ocaso. Por ello, la imagen de esta deidad se encuentra en la fachada de algunos edificios, y la orientación de sus accesos mira hacia el punto donde se oculta este planeta.
Otra deidad importante fue Ek Chuah, dios del comercio al que se rendía culto dentro de las actividades de intercambio.

El Templo de las Pinturas
Es el que conserva más elementos decorativos en Tulum. Tiene dos niveles: el inferior consta de dos templos, uno dentro del otro, en el que se conserva la decoración.
La fachada del templo interior está decorada en pintura mural y el exterior con figuras de estuco en relieve: mascarones en las esquinas, esculturas en tres nichos de la fachada -la del centro es una representación del dios descendente- y figuras humanas entre lazos en el friso.
El templo del nivel superior es muy sencillo: su decoración consiste en impresiones de manos en color rojo.

Los pigmentos eran obtenidos de distintas formas. El color rojo y el negro provenían de tierras y minerales, mientras que otros colores, como el azul o el verde, los obtenían de ciertas plantas.


El Castillo
Es el edificio más imponente de Tulum y también fue el más importante. Sin embargo, hace más de 500 años lo debió ser aún más, pues la fachada estaba pintada de vivos colores y decorada con esculturas; además en sus esquinas tuvo grandes mascarones de estuco, de los que todavía se conservan restos. En el nivel del piso, hacia ambos lados de la escalera hay dos pequeños templos en cuyos altares interiores se depositaban ofrendas que llenaban de olores y colores el ambiente. En el templo superior de realizaban las principales ceremonias religiosas.


Mirador histórico, testigo del encuentro de dos mundos
Eres el goberante de Tulum. Miras el horizonte y observas grandes barcas con mantas colgadas de palos. Te resultan extrañas. Se acercan, ves a sus navegantes, ninguno desciende y se alejan. Te preguntas: ¿quiénes son?, ¿de dónde vienen?, ¿qué quieren? o ¿serán amigos?.

Eres Juan de Grijalva, capitán español. Vienes de exploración navegando desde Cuba. Desembarcaste en una isla (Cozumel) rodeada de arrecifes, donde la gente el verte se escondió. Ahora navegas cerca de la costa, frente a una ciudad con grandes edificios y torres que te recuerdan a la lejana Sevilla. No desembarcas y te alejas. Te preguntas: ¿quiénes son?, ¿cuáles son sus riquezas? o ¿serán peligrosos?.

Éste pudo ser el escenario en el que se dio el primer contacto con los españoles en la ciudad de Tulum. Posteriormente, el régimen español de introduciría paulatinamente en la estructura social maya hasta conseguir un nuevo orden cultural.


En abril de 1518 salió de Cuba la segunda expedición española a tierras peninsulares, al mando de Juan de Grijalva. En ella viajaba Francisco de Montejo, cuyo sobrino conquistaría posteriormente Yucatán. En Cozumel se realizó el primer desembarco. Al sur, frente a la costa oriental, observó tres poblaciones grandes, una de las cuales le recordó a la ciudad de Sevilla.Volvió a pisar tierra hasta una ensenada a la que llamó Bahía de la Ascensión. Después navegó hasta el norte hasta llegar al actual Campeche y a la Laguna de Términos. Entró a una río (el Grijalva, en Tabasco), donde obtuvo un tesoro considerable, y las primeras noticias de los mexicas. Siguió bordeando la costa hasta otro río (el Pánuco, en Veracruz) y regresó a Cuba, haciendo una escala en Champotón, Campeche.

La guerra de castas
La explotación indígena hizo que los mayas de la región oriental de la Península de Yucatán se levantaran en armas en diferentes momentos. En 1847 se inicia un levantamiento armado llamado la Guerra de Castas, surgiendo un nuevo culto: el de las cruces parlantes. Su capital fue Noh Cah o Chan Santa Cruz (Carrillo Puerto), con centros pequeños como Tulum, con su mando militar y su jerarquía religiosa.

Cuando la capital cae, la Villa Grande de Santa Cruz Tulum se convirtió en un centro importante, dirigido por María Uícab, llamada la reina de Tulum.

Los rebedes, llamados cruzoob, reconocieron el carácter sagrado de las ruinas y colocaron una cruz en el templo conocido como El Castillo.
A principios del siglo XX el ejército mexicano acabó con la rebelión aunque en El Castillo de Tulum se mantuvo el culto a la cruz. Desde entonces se iniciaron las expediciones arqueológicas.

A mediados de 1930 el sitio quedó a cargo del gobierno mexicano para su investigación, conservación y visita turística.

Testigo del amanecer y ocaso cultural
Tulum fue contemporánea de Chichén Itzá y Mayapán, y a la caída de estos estados se consolidó dando paso a su época de mayor auge. Su ocaso se inicia al tiempo que los navegantes hispanos llegan a los litorales e islas. De allí en adelante seguirá una fusión cultural que prevalece en la actualidad.

Sus eventos vivenciales fueron:
- Vida prehispánica y conquista (400-1200-1542)
- Encomienda(*) de indios y piratería (1542-1847).
- La guerra de castas (1847-1900)
- La arqueología y turismo (1900 - al presente)

(*) La encomienda en la institución por la que, durante la colonización española de América, se concedía a una persona el beneficio de los trabajos de un grupo de indígenas, a cambio de adoctrinarlos y protegerlos.

Ecología y Turismo
Puntuales y sin falta, como cada año, entre los meses de junio y octubre, dos especies distintas de tortuga marina - la caguama y la tortuga blanca- vienen aquí a poner sus huevos.
Después de muchos años y tras recorrer miles de kilómetros, aquellas tortugas que llegan a sobrevivir a una edad reproductiva, regresan al lugar donde nacieron, para desovar y repetir así lo que ha ocurrido año tras año desde hace siglos. Las zonas en las que ponen sus huevos están bien señalizadas y protegidas, para que la ecología y el turismo puedan seguir siendo compatibles.