martes, 16 de agosto de 2011

Frases que marcan mi vida

El pasado es historia, el futuro es un misterio pero el hoy es un regalo, por eso se le llama presente. La pronunció una tortuga (Maestro Oogway) en medio de una película infantil (Kung Fu Panda). Me conmovió la escena.

Todo lo que el hombre no da, se pierde. Es un proverbio hindú. Asistí a una charla sobre cómo ayudar a los niños a estudiar y al final de la sesión, como entretenimiento curioso, podíamos sacar una cajita de una urna. Cada cajita llevaba una frase sobre la vida, un mensaje. Ésta fue la que me tocó a mí. Me gustó y como coincidió con la época en la que empecé el blog, la usé de cabecera en el lateral.

Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma. De un escritor inglés, William Ernest Henley, de la época victoriana. El poema al que pertenece la frase se titula Invictus, fue escrito en 1875 e inspiró y ayudó a seguir adelante a Nelson Mandela en sus treinta años de prisión. El poema es muy emotivo y también da título a la película con el mismo nombre, dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman (que interpreta al ex-mandatario de Sudáfrica) y Matt Damon.

Hay personas que no se olvidan, sólo aprendes a vivir sin ellas. Me topé con esta frase navegando por Internet, es de un grupo de Facebook. Me gustó el matiz que le dio uno de sus fans "no aprendes, sólo te resignas".

Qué bonito es vivir. Ésta es de mi marido. Bueno, no sé si originalmente es de otra persona pero él la dice a menudo, ante situaciones cotidianas o momentos de una sencillez tan grande como valiosa.

Quien no arriesga no gana. Parece mentira que una frase así sea importante para mí, que no soy una persona atrevida. Pero también tengo mi lado intrépido, inquieto y curioso. Aunque no lo parezca o a veces pase desapercibido hasta para mí misma.

Al final, todo acaba cayendo por su propio peso. Lo creo firmemente. Si algo tiene que pasar, pasará. Y si no pasa, es que no tenía que pasar. El tiempo también acaba poniendo las cosas en su sitio.

A veces te comes al oso, y otras veces el oso te come a ti. Es una frase que se me quedó grabada de una pelicula que me dejó desconcertada, El Gran Lebowsky. Una película que me pareció rara, rara, pero que me gustó y me llevé de ella esta escena estelar en la que me marcó esta frase. En la vida los días transcurren así: unas veces te comes al oso, y otras veces el oso te come a tí. Así de simple y real.

Al final, no importan los años de tu vida sino la vida de tus años. Abraham Lincoln. La oí al final de un capítulo de Mentes Criminales (gran serie de Factoría de Ficción y grandes frases al final de cada capítulo!).

Supongo que cuando llega el final, lo único que puedes esperar es que tu último pensamiento sea algo bonito. Frase de J.D en Scrubs (otra de mis series favoritas), mientras mantenía una conversación en el hospital con un paciente al que le quedaban pocas horas de vida. Si os paráis a pensar, tal vez sea poco profundo pero es muy cierto. Hace poco me pusieron una anestesia general y tuve esa misma sensación: pensé que si por lo que fuese no volvía a despertar, quería que mi último pensamiento fuera algo bonito. Y me dormí muy tranquilamente, con gran sensación de paz. Por suerte desperté :)

Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre. Ésta es de Gandhi y la acabo de leer en el Twitter (01/06/2012). Encuentro que me encaja bastante ... :)

Frases en imágenes


Sentido y sensibilidad


Empatía

Resiliencia

Creatividad e Inteligencia




¡Anímate a añadir la tuya!

jueves, 11 de agosto de 2011

La mejor playa de Lanzarote

No sé si fue la fortuna de llegar el primero a una playa espectacular.

No sé si fue el color de sus aguas -verde-turquesa, azul-turquesa, azul-azul y azul intenso-, fundiéndose en un precioso degradado de colores.

Tal vez la temperatura ideal, el agradable clima nubloso de ese día o la suave brisa que embriaga aquí todas las mañanas.

Tal vez el entorno tan insólito que me rodeaba: la magia de la tierra volcánica, la singularidad de sus áreas de cultivo o el paisaje arquitectónico, con su sello César Manrique estampado por toda la isla.

Sólo sé que aquí, en el sur de Lanzarote, me sentí en una de las mejores playas en las que he estado en mi vida. Un saludo desde la bellísima Playa Mujeres.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Persigue tu sueño

Hace tiempo leí un libro que me gustó. El delfín, historia de un soñador. Es de Sergio Bambarén, ciudadano australiano nacido en Perú y educado en EEUU. El libro habla de la valentía de ser uno mismo, de luchar por conseguir nuestro sueño, aunque nos enfrentemos a las críticas de los demás y al miedo de sentirnos diferentes. Todo en una bonita parábola de un delfín que quiere ser surfista.

Hace aún más tiempo vi una película que también me gustó. The big blue (El gran azul). El protagonista, un practicante del buceo en apnea, tiene un deseo muy grande: ser pez. Y lo anhela tanto que al final lo consigue. Paga un precio muy caro (su vida) pero acaba muriendo como él quería: siendo un pez. Así que acaba cumpliendo su sueño.

Ambos (libro y película) me resultan un tanto inquientantes, pues dejan encima de la mesa ese mensaje. Parece que esto sea lo más importante de nuestras vidas: perseguir nuestro sueño. Lo que me inquieta es que eso supone un paso previo, que es tener un sueño. Y no es fácil conocer o tener claro cuál es el sueño, el gran sueño de uno, en esta vida.

La semana pasada leí el artículo "Tras los pasos de Jimmy Choo" en La Vanguardia. El artículo habla de Mireia Llusià, una emprendedora nacida en Barcelona que estudió en Esade y en Suiza, trabajó en una consultora estratégica en Madrid y Londres y se lanzó en su proyecto Milli Millu (la marca de sus bolsos, posicionada en el segmento alto del mercado), tras pasar por Harvard. "Allí te bombardean con un mensaje -decía Mireia refiriéndose a Harvard-: persigue tu sueño".

Ha pagado una fortuna por estudiar en una de las Escuelas de Negocios más prestigiosos del mundo y acabar recibiendo la lección probablemente más sencilla (pero más importante) de su vida: persigue tu sueño. Y esta frase realmente me persigue a mí. Pero ya no me inquieta. Ya no más. Gracias a una persona muy especial para mí, he podido descubrir cuál es mi sueño y darme cuenta de que ya hace tiempo que estoy tomando decisiones, algunas sin ser muy consciente, que persiguen ese sueño. Quiero ser una abuelita Carmen. Quiero llegar a la edad de Carmen (una de las vecinas de mi edificio) y sentirme con ánimo de seguir trabajando en algo que me gusta a la vez que hago de canguro de mis nietos. Quiero que mis nietos me adoren como le adoran los suyos a ella. Quiero ser alguien importante para mis hijos y para mis nietos. Y quiero pasear con el abuelito por la playa todas las tardes, hasta que ya no nos aguanten las piernas. No sueño con emprender un gran negocio ni realizar una gran hazaña. Pero tengo un sueño. Y éste es mi sueño. ¿Y tú? ¿Cuál es tu sueño?


Dedicado a L.D.