De la novela se han hecho varias adaptaciones cinematográficas pero quizás la más conocida es la que se realizó en 1935 bajo la dirección de Alfred Hitchcock. En el año 2005 se estrenó en el West End, la zona de teatros de Londres, esta adaptación a comedia teatral de Patrick Barlow, que fue premiada en los Tony Awards de Broadway y los Premios Olivier (los premios más prestigiosos de teatro en EEUU e Inglaterra respectivamente). Los 39 escalones es una de las comedias más representadas en todo el mundo y ahora ha vuelto a Barcelona: una comedia, cuatro actores y más de 100 personajes en una hora y media de espectáculo trepidante y divertido.
Lo que más me gustó de la obra es que es una historia de intriga que, teniendo una trama que sucede en distintos puntos geográficos y tiene tantos personajes, se traslada con mucha creatividad y humor a un pequeño escenario al que sólo se suben cuatro actores y en el que unos cuantos objetos multiplican constantemente sus usos.Y estando adaptada de esa manera tan ingeniosa, además consigue mantener la intriga.
Me encanta detectar conexiones y mensajes que no son explícitos, que están ahí pero no se nos explican directamente, como cuando analizas datos y extraes pistas e información reveladora e inesperada. Así que también me llevé una grata sorpresa al descubrir que la obra está repleta de guiños, lo que me arrancó unas cuantas sonrisas. Guiños como la aparición en escena de unos inspectores de policía que evocaban al inspector Colombo, porque iban vestidos con la misma gabardina y se movían y hablaban igual, con esa característica voz afónica. O el homenaje a otra de las películas de Hitchcock, Con la muerte en los talones, cuando uno de los personajes que persigue al protagonista le grita en la persecución "parece que está usted con la muerte en los talones". Esa película del director también estaba llena de detalles, es una de sus obras más conocidas y un referente del cine de suspense, con el clásico argumento de un personaje central que es un falso culpable, un hombre corriente confundido a veces por un asesino (Los 39 escalones) y otras veces con un agente secreto (Con la muerte en los talones).
Viendo la obra sientes que hay conexiones constantes, que están ahí, y que hay tantas, que a lo mejor alguna no lo sea en realidad. Como cuando me pareció percibir una tierna dedicatoria a Martes y Trece, evocando el gag de Encarna y las empanadillas que tanto nos ha hecho y nos hace reír aunque pasen los años. Ese guiño a Josema Yuste y Millán Salcedo, ¿estaba ahí o no? Curiosiodad: uno de los actores en la obra que protagonizan ese momento es Rubén Yuste, que casualmente comparte apellido con uno de los actores de Martes y Trece. Me pregunto si de verdad hubo allí un guiño o fueron sólo visiones mías. No lo sé, lo que sí sé es que en función de lo cinéfilos que seamos captaremos todos esos guiños en mayor o menor medida.
Las entradas para esta obra están numeradas y se pueden comprar aquí. Me costó 14€ por persona. Hay sesiones a las 18:30h y a las 20:30h. El espectáculo dura una hora y media, sin interrupciones y estará en cartelera hasta el 23 de febrero de 2019.
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