jueves, 9 de octubre de 2025

Un Amor Como Fuegos Artificiales

La salud mental se ha convertido en la principal preocupación sanitaria de la población española, según el Monitor Global de la Salud Mental de Ipsos, especialmente para los más jóvenes: 67% millenials, 63% generación Z y 57% los baby boomers (estos últimos ponen el cáncer por delante -63%-).

Cada año publican este estudio y el destino ha querido que precisamente hoy, a las puertas del Día Mundial de la Salud Mental, haya terminado de leer Un amor como fuegos artificiales, de Marta Espí, una novela valiente y esperanzadora que aborda la salud mental juvenil con una delicada mezcla de crudeza, ternura y verdad.

Me ha emocionado por su mirada positiva hacia la sensibilidad, por el trabajo de documentación que lleva detrás y por su forma de recordar lo esencial: escuchar, acompañar, abrazar.

Marta sólo tiene 20 años y es alumna del Tecnocampus-Mataró (UPF). Me impresiona su madurez y la valentía con la que se estrena como escritora, abordando un tema tan necesario.

En la novela desfilan, uno a uno, los distintos problemas de salud mental. Se habla de ellos sin tapujos ni maquillajes, poniéndolos sobre la mesa con crudeza y honestidad, y permitiendo que los sentimientos nos atraviesen desde todos los puntos de vista. Así, podemos conocerlos, entenderlos y vivirlos desde diferentes ángulos, a través de unos personajes que se vuelven entrañables.

La historia, inevitablemente, destila tristeza, dolor y angustia, pero también esperanza, luz y amor. Un amor auténtico: el que se basa en el cariño, el respeto, la confianza y la comunicación. Por eso también es destacable que, en un momento en el que la pornografía ha adelantado por la derecha a nuestros jóvenes en su aprendizaje sobre sexualidad, tome protagonismo una historia de amor que se cuece a fuego lento.

Y todo ello, relatado de una manera muy especial, combinado de forma mágica la dureza del tema con una dulzura preciosa, que atrapa con sus giros argumentales. Una autora joven que llega para dejar huella.

En un día como hoy, la lectura de este libro me ha hecho pensar que hablar de salud mental no debería ser un acto de valentía, sino algo natural.

Que no es un signo de debilidad, sino de humanidad.

Que detrás de cada historia, real o inventada, hay un deseo común: ser comprendidos.

Y que la literatura, a veces, también puede ser una forma de cuidar 💚